Un espacio de crecimiento y aprendizaje mutuo.
Mejorar el autoconcepto mediante el apoyo de los iguales.
Los grupos de adolescentes ofrecen un espacio de crecimiento y aprendizaje mutuo, un lugar sin juicio ni reproche en el que compartir con iguales los intereses, preocupaciones y conocimientos. Si se genera el clima adecuado, uno puede mostrarse con autenticidad, paso necesario para consolidar un autoconcepto ajustado a la realidad y psicológicamente saludable.
Es el momento de descubrir cómo me muestro frente al grupo y quién soy en realidad.