Un espacio para aprender experimentando.
Los talleres psicoeducativos aportan a los participantes los recursos necesarios para afrontar su problemática con mayor confianza y conocimientos, independientemente del rol de éstos (pacientes, familiares o cuidadores).
Generar un espacio de aprendizaje en un contexto estructurado, sin juicio y entre iguales, deriva en: reducción del malestar, mejora de las competencias pertinentes, prevención de recaídas/crisis, aumento de la red social, etc.
Como profesional solo puedo hablar sobre las bondades de este formato de trabajo en todos y cada uno de los ámbitos en los que tengo experiencia como tallerista:
- Adicción al alcohol.
- Trastornos de personalidad.
- Patología Dual.
- Discapacidad intelectual.
- Formación a padres-madres.
- Grupos de adolescentes.
